Los desaparecidos Templetes de la Música

Uno de los templetes que hubo en la Plaza Mayor, que era de madera y ladrillo
con columnas de hierro y una cúpula que, para abaratar costes, era de lona. Estuvo en servicio hasta 1926.

A finales del siglo XIX comenzó a generalizarse la afición por la música de los vallisoletanos a todos los niveles. Singular importancia en la difusión de la música tuvieron las audiciones que, generalmente, la Bandas Militares de la Guarnición, ofrecían a los vallisoletanos desde los Templetes de la Música, que durante muchos años estuvieron emplazados en la Plaza Mayor y en el Campo Grande y que amenizaron tanto la afición musical de quienes asistían a las audiciones ocupando sillas en torno de los templetes, como el caminar de los paseantes de la Acera de San Francisco o de la Acera de Recoletos.
De los dos templetes de que disfrutaron los vallisoletanos, el que estuvo emplazado en el mal llamado “Paseo Central del Campo Grande”, frente a la casa “De Resines”, fue el de más larga permanencia en la ciudad, pues tras sucesivas adaptaciones llegó hasta los años sesenta de mil novecientos.

Este templete se inauguró en 1883 en la Plaza Mayor

El que estuviera en la Plaza Mayor fue trasladado a Las Moreras durante la guerra civil, donde tuvieron lugar los últimos Conciertos Militares del tradicional mostrador musical.
La construcción del primer templete de hierro del Campo Grande, que sustituyera al último estable de madera, fue adjudicada en subasta municipal celebrada el día 24 de marzo de 1880 y aunque no pudo ser inaugurado en la fecha fijada en un principio (el día de San Juan de aquel año), su inauguración tuvo lugar el día de la Asunción, de la tradicional Virgen de Agosto, con un concierto extraordinario a cargo de las Bandas de los Regimientos de Isabel II y de Cazadores de la Habana. Conciertos, Misas de Campaña, la celebración del I “Día del Árbol” y concentraciones escolares, se celebraron a lo largo de los años en el templete y en sus proximidades.


Aspecto del elegante templete del Paseo Central del
Campo Grande, inaugurado en 1880 a iniciativa de Miguel Íscar.

Ambos templetes tuvieron una historia similar. Comenzaron siendo poco más que estrados de madera que se montaban cuando era preciso y que después aguardaban desmontados el momento en que fuera necesaria su utilización. Con el paso de los años, los templetes evolucionaron hasta convertirse en construcciones metálicas permanentes, que conocieron más de una modificación.
Derribado el último templete , se construyó el primer Auditorium vallisoletano donde a partir de 1960 se celebraron los Festivales de España, en los que intervenían compañías profesionales del Teatro Nacional, así como espectáculos de ballet, los Grupos de Coros y Danzas y compañías de teatro de aficionados.

-Fuente: Paseos por la ciudad (Joaquín Martín de Uña) y El Templete de la Música (José Miguel Ortega Bariego)

Comentarios

sammymoly ha dicho que…
perdona no haberte contestado antes.Lo de los premios de 20minutos de los blogs no lo mire mucho la verdad, pero me quedo con los blogs que he descubierto y este es uno de ellos, paisano jeje. Me encanta leerlo y ya que lo leo decirte que en mi pueblo8peñafiel) todabia quedan templetes en la llamada juderia. soyd e alli aunque viva en valladolid. seguire leyendote. gracias por este blog sobre nuestra ciudad. muy bueno la verdad.