Un ilustre corsario vallisoletano

Fotomontaje cortesía de José Miguel Travieso ( http://domuspucelae.blogspot.com)

Cuantas veces habremos pasado por la calle Pedro Niño de esta ciudad y nos habremos preguntado: ¿Quién fue este hombre? ¿En qué época vivió? ¿Qué méritos hizo para que se le dedicara una calle?
Todo lo que usted quiso saber sobre Don Pedro Niño y no se atrevió a preguntar, lo encontrará en las siguientes líneas. De momento, sepan que el conde Pero Niño fue corsario por el Mediterraneo occidental al servicio del rey Enrique III, enemigo de los también corsarios catalanes que constituían la armada del Papa Luna, a quienes vapuleó.
Tras aquella misión, y ya metidos en juerga, asaltó a navegantes judíos y musulmanes contrarios a la corona de Castilla en el siglo XV del rey llamado “El Doliente”. Don Pero Niño fue un corsario noble, leal y bueno. Porque si el corsario tiene mala fama, es porque se le confunde con el pirata, el bucanero o el negrero; y no es lo mismo. El pirata es un bandolero del mar. El bucanero era un pirata del Caribe, preferentemente, dedicado al tráfico de seres humanos, con preferencia negros, a los que vendía como esclavos. Y el corsario era aquél que actuaba por cuenta de la corona y contra los enemigos del rey.


La fuerte amistad entre el rey y el vasallo nace cuando ambos nacieron y se dio una circunstancia que les unió aún más: la madre de Pero Niño, Inés Lasa, ejerció en palacio como ama de cría del recién nacido y futuro rey. Y por ese servicio se le otorgó el señorío de Cigales para su esposo, Juan, convirtiendo a Pero en “hermano de leche” del rey y futuro heredero de Cigales. Nada extraño, pues, que don Pero, de doncel, le hiciera algún favorcillo a su “rey lechero”.
También es conocido por ser el protagonista de El Victorial o Crónica de Pero Niño (h. 1436), biografía escrita por el alférez bajo su mando Gutierre Díez de Games e importante obra de la literatura hispánica medieval en su género.
Asimismo, su historia está vinculada a la tradición piadosa de Valladolid por un célebre milagro, transmitido oralmente, en el que resucitó su hija Guiomar (La historia aparece narrada con detalle en la "Historia de Valladolid" de Juan Antolínez de Burgos (1887), obra en la que también se puede encontrar toda la genealogía de don Pedro Niño.

El Victorial

La razón por la que tiene una calle con su nombre (la denominada antiguamente “Atrio de San Lorenzo” que baja al hilo de la fachada de la iglesia, hasta el Paseo de Isabel la Católica), ofrece otros curiosos argumentos.
A principios del siglo XVI, el ya conde Pero Niño dio dineros bastantes para que la iglesia de Sant Llorente (actual Iglesia de San Lorenzo) de entonces fuese derribada y se levantara una nueva torre, a cambio de que él y su herederos “pudiesen ser enterrados bajo las gradas del altar mayor, en una sepultura que solo tuviera un bulto”. Esa escultura funeraria estaba en un sitio donde molestaba mucho, y mandó ser retirada por alguien que ignoraba que el personaje allí enterrado había puesto cuartos para levantar el templo.
En San Felices de Buelna (Cantabria), lugar del que fue su primer conde, se construyó la Torre de Pero Niño.


-Fuente: Aire de siglos. (José Delfín Val). ISBN: 84-95389-82-7
-Fuente: José Miguel Travieso (http://domuspucelae.blogspot.com)

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