El patronazgo taurino de San Pedro Regalado


El conocido milagro del toro le ha otorgado a San Pedro Regalado un patronazgo muy popular.

“Un día, que en Valladolid se corrían toros, salió el Santo de el Abrojo para el Aguilera, con su compañero a pie, y descalzo como acostumbraba. La ferocidad de un bruto no pudo sujetarse en la plaza, con que atropellando gente, y derribando tablados huyó de el Coso con el coraje, que se puede inferir a un animal bravo agarrocheado, y herido. El camino que tomó fue el de Valladolid al Abrojo: a corta distancia de la ciudad vio venir hacia él, dos viuientes, túbulos por contrarios, y se previno para ofenderlos, como a enemigos. Eran Nuestro Santo y su compañero, venían rezando y no habían reparado en el toro. A los gritos que dio la gente que el seguía, advirtieron el peligro a tiempo que el feroz bruto partía carrera para cebar en ellos su furia y satisfacer su cólera. Sin alientos vitales se quedó el compañero pasmado, y el Santo elevando los ojos al cielo, sin temor con fe y sobrenatural esperanza le aguardó figuro. Llegó a el bruto horrible, y en vez de maltratarle enojado, se le postró rendido: puso las rodillas en tierra, besó el suelo que pisaban del Regalado las plantas, y como un corderillo se estuvo. Alagole el Santo, quitole con suavidad los hierros, que le ofendían y hechándole la bendición, le mandó se fuese. Obedeciole el toro, y en apartándose de el Santo contra la gente que se le acercaba mostró su natural fiereza. Dejaron los hombres ir libre al bruto, por seguir al Regalado aclamando su santidad, y publicando el suceso”.

Todo ello tuvo su repercusión, cuando en octubre de 1951, el Grupo Taurino del Sindicato Nacional del Espectáculo acordó proponerle como patrono a la Asesoría Eclesiástica Nacional del Sindicato, con la aprobación del obispo de León y asesor eclesiástico sindical. Resultó fundamental el apoyo que a su candidatura presentó el Secretario Nacional del Sindicato del Espectáculo, el vallisoletano Enrique Revuelta. Éste escribió, en noviembre de 1951, a uno de sus familiares en Valladolid: “algo tenía que hacer yo por mi tierra y bien valgan estas “cacicadas”, ya que San Pedro Regalado no tiene que figurar en ninguna nómina y, por lo tanto, no se le quita el puesto a nadie, ni tiene que cobrar puntos. “Eran muchos los santos recomendados que aspiran al patronazgo, y yo tenía el mío guardado”. En julio de 1952, el Ayuntamiento de Valladolid instauraba el Trofeo de San Pedro Regalado, de gran prestigio en el mundo de la tauromaquia.

-Fuente: Guía Misteriosa de Valladolid. Autor: Javier Burrieza SánchezISBN:978-84-936875-6-4

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